Durante Semana Santa Dios me permitió recordar algo muy valioso: «Él puede abrir las puertas cerradas y resucitar cualquier cosa que esté muerta en tu vida».

En este período recordé aquel momento en el que tuve la oportunidad de enseñar a un grupo grande de mujeres. Dios utilizó aquella ocasión para lanzarme al ministerio como conferencista en el 2008. Específicamente cuando una amiga, una líder importante en Latinoamérica, me invitó a ir a una conferencia de mujeres. La razón fue simplemente para que yo diese la bienvenida a las oradoras invitadas.

Estaba muy feliz de estar en esa Convención Internacional. En especial, tratándose de una misión tan importante en Latinoamérica como es el Campus Crusade for Christ. En esta ocasión, la esposa del fundador del movimiento, Bill Brigh, era la conferencista principal.

Un mensaje especial

Cuando iba en el avión hacia la conferencia, el Señor me dijo: «Vas a ser una de las que va a participar en la conferencia». Y enseguida colocó en mi corazón el tema: «Yo puedo resucitar cualquier cosa que esté muerta en tu vida. Yo soy un Dios de resurrección y puedo abrir todas aquellas puertas que estén cerradas».

Sin lugar a dudas, este es un mensaje maravilloso y hermoso. Nos permite recordar que no solamente su sangre nos limpia, sino que su resurrección nos abre puertas. Su resurrección hace que cualquier cosa que esté muerta en nuestra vida pueda resucitar.

Yo estaba muy feliz, pero por supuesto no dije nada. «A lo mejor», pensé, «quizá estos pensamientos son míos», porque uno no sabe hasta que las cosas que escucha de Dios, suceden. Desde luego que uno cree que el Espíritu de Dios nos puede hablar. Aunque uno lo corrobora con el paso del tiempo. Así que lo guardé en mi corazón.

Mi primer viaje a Lima

Era mi primera vez en Lima, Perú. ¡Qué ciudad tan preciosa! Qué comida tan rica. Cuando llegué a Perú me encontré con esta otra joven que también iba a estar haciendo la misma tarea que yo. Éramos dos en la tarima presentando a estas grandes mujeres de Dios que iban a estar con nosotros durante Semana Santa.

Esa mujer era Carmen Morinigo, a quien hoy la considero mi mejor amiga. Es una mujer preciosa de Dios. Ese día nos conocimos, y nos hicimos amigas inmediatamente. Las dos no sabíamos cómo hacer lo que estábamos haciendo, pero la pasamos muy rico.

La confirmación de Su Palabra: Dios puede abrir las puertas cerradas

El sábado en la noche la líder nos dijo que la persona que iba a predicar el día siguiente, la vicepresidenta de la organización, no podría hacerlo. Ella estaba muy enferma y quiso dejarlo hasta última hora, porque intentó hacer de todo para recuperarse. Sin embargo, no pudo asistir. Luego de contarnos esto, la líder nos dijo que tenían un gran problema, ya que no tenían quién predique.

Inmediatamente yo le dije que estaba preparada, tal como el Señor me había hablado. De forma adicional, añadí que tenía un mensaje, a lo que la líder me confirmó que yo predicaría el día siguiente.

Sinceramente no podía creerlo. Aparte de todo, era Domingo de Resurrección. Enseguida entendí que era Dios quien había puesto en mi corazón que me preparara para eso. Entonces le pregunté a la líder porque hacía esto. Ella me dijo:
—”Yo he aprendido a vivir con las manos abiertas, porque si uno quiere recibir tiene que tener las manos abiertas para dar y para recibir.”

Nunca olvidaré esa gran lección. Ahora yo sabía qué debía hablar. Sé que Dios es un Dios de resurrección y Él puede abrir todas las puertas cerradas. Él tiene el poder para resucitar cualquier cosa que está muerta en nuestras vidas.

Mi primera experiencia como oradora

Cabe destacar que hasta ese momento nunca había sido oradora en una conferencia tan importante. Mucho menos de mujeres líderes de toda Latinoamérica.

Agradezco a Dios por Christian y Carmen que me ayudaron. Christian me dijo exactamente cómo hacer para tener a la audiencia cautiva.

Hacia el final compartí un mensaje que Dios me había dado hace dos años atrás. Para ser más específica fue cuando el Señor me llevó a Rusia por primera vez para conocer a David y Julia. También era la época de Semana Santa y fuimos a conocer una preciosa iglesia rusa ortodoxa. La misma había sido remodelada, porque con el comunismo el edificio había sido demolido y habían construido una piscina pública. Queríamos verlo porque es algo importante en Rusia y dicha iglesia es una de las iglesias más tradicionales.

Dios puede resucitar todo lo que esté muerto en tu vida

Lo lindo que vimos fue que todas las puertas y las ventanas de la iglesia estaban abiertas. El mensaje que reflejaban era que el Señor había resucitado. No hay nada imposible para Dios y Él puede abrir todas las puertas que estén cerradas. Él puede crear algo nuevo de la nada. Él lo hizo cuando resucitó de los muertos, y Él puede resucitar cualquier cosa que esté muerta en tu vida. Dios está en este trabajo todavía en el día de hoy.

Tal vez hay algo muerto en tu vida. Si este es tu caso, no pierdas las esperanzas, El Señor puede resucitarlo. Este es el mensaje de la salvación. El mensaje de la cruz es que Él nos salva y nos limpia. El mensaje de la resurrección es que Él nos puede dar una nueva vida nueva, un nuevo comienzo, una nueva puerta. Él es la puerta y crea puertas.

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